Desde los ensayos al estreno, en la Biblioteca Municipal de Morón
Con el Grupo A Plena Voz: de izq. a der, Amalia Colombo, Silvia Ponce, Roberto Griffo, Inés Martino, Oscar Gay, María Laura Vázquez.

A quien esto lea, sólo la invitación a viajar juntos recostándonos en los rincones y vericuetos - idas y vueltas que nos construyen- aunque a veces nos guste pensar que caminamos en línea recta. Vamos desembocando.
El evento fue el XXI Encuentro de Contadores de historias y leyendas, Buga 2007. Participaron por invitación - previo envío de material de audio y selección - narradores de Argentina, Brasil, Perú, Colombia, México, Venezuela, Guatemala, Nicaragua, Cuba. Se desarrolló desde el 6 al 9 de noviembre y contamos en Casa de Cultura de Buga, Casa de Cultura de Tuluá, Auditorio Universidad del Valle, Plazoleta Santo Domingo(calle), escuelas, centros comunitarios. Hasta ahí, los datos. Lo demás vino de regalo El disfrute de encontrar gente maravillosa en serio, un grupo donde no hubo divismo ni egoísmo, por el contrario, comprometidos profundamente con el hecho social y humano de la narración. Diferentes estilos, diferentes voces, diferentes orígenes e ideologías, y al mismo tiempo fuimos una sola voz. En la foto, un trío invalorable: Angélica Barajas García, de Querétaro, México; Ricardo Marturet,porteño, Rep. Argentina; Martín Corona Alarcón, Xalapa, México. Por unos cuantos días, formamos un cuarteto casi, casi conspirativo. Humor, reflexiones, diferencias, códigos similares y distintos,pero siempre dispuestos a la decodificación, y un amplio respeto por la narración y sus efectos es un apretado compendio de lo que nos une.
Sòlamente nos separa la distancia. Por ahora.
Vacaciones y cuentos van de la mano. Tiempo de darse lujos, a saber: ver amigos queridos y por fin hallados. Sacarse las ganas de compartir tiempo e historias. Subir y bajar calles, callejuelas, callejones, estirar las horas en charlas interminables, estar juntos. En Xalapa, con Martín. En Querétaro, con Angélica.
Y contar en cuanto lugar se pueda, también donde no se puede -¿dónde no se puede?-.
Ahí van las fotos de Xalapa.